Pensar que la gente solo trabaja por dinero es un error de base. Sobre todo, desde el punto de vista de la gestión de los recursos humanos y de la gestión de la motivación en el seno de las empresas.
Porque hay cosas que el dinero sigue sin poder comprar, y por muchas mejoras de las condiciones laborales, la motivación en el trabajo no aumentará si no va acompañada de un reconocimiento laboral y de una asignación de tareas y desafíos acorde a las capacidades y la formación del trabajador.
Ya lo dijo Steve Jobs: “La única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces”. El dinero ayudará a hacerlo mejor, a poner más cuidado, pero si uno no disfruta con lo que hace, ni con cómo lo hace, harán falta muchos millones para lograr la excelencia. Y es poco probable que, aun así, sea posible competir con un trabajador motivado de manera integral.
qué es el reconocimiento laboral y por qué es importante
A menudo escuchamos hablar del “salario emocional”. Se emplea para recordar lo que hemos apuntado al principio del artículo. Que no bastan los euros, por suerte, para lograr que un equipo esté motivado, se sienta reconocido, parte de un proyecto por el que merece la pena trabajar.
Así, el reconocimiento en el trabajo es, por desgracia, normalmente desatendido por las empresas y los líderes que marcan la agenda y las líneas estratégicas. Según una encuesta de la consultora Gallup, el 65% de los trabajadores consultados reconocían que no habían sentido ese reconocimiento laboral en su empresa, mientras que más de un tercio reconocía que esa falta de incentivos morales (que no económicos) reducía su implicación con la empresa y, por tanto, su productividad.
Además de que en términos meramente humanos, de empatía y educación emocional, resulte sano y conveniente felicitar o animar a un compañero por su trabajo bien hecho, el reconocimiento laboral se reconoce también como estrategia. Es decir, es buena para la empresa. Es positivo, en otras palabras, manifestar el aprecio, personal y profesional, por la actividad de los empleados de una empresa, y dejar claro, con un feedback positivo, la satisfacción con su trabajo.
Porque el ser humano necesita de la aceptación, algo que se remonta a los estudios antropológicos más afinados, formarse parte de un equipo (antigua tribu) y sentir que es aceptado y que sus acciones ayudan a la cohesión del grupo. Como veremos a continuación, esto no solo genera un mejor ambiente de trabajo, sino que es clave para la buena marcha de la empresa.
ventajas de implementar el reconocimiento laboral
Todos necesitamos que nuestros esfuerzos y habilidades sean reconocidas, que no caigan en saco roto. No solo los actores o los escritores, con sus respectivos premios, sino también cualquier persona que desempeñe una u otra actividad en el seno de una compañía.
Son muchos los beneficios de llevar a cabo una política de reconocimientos para los trabajadores que vaya mucho más allá de la palmadita en la espalda y unas palabras de apoyo cuando toque. Es necesario implementar toda una estrategia que fomente ese reconocimiento, un feedback positivo con lo que el trabajador se sienta valorado, lo cual tendrá tres consecuencias directas:
- Mayor implicación en la empresa, con lo que se retiene el talento y cesan los deseos de cambiar de compañía.
- Mayor motivación, lo que contribuye a la cohesión en el seno de la empresa y el team building.
- Mayor productividad, pues dicha motivación se traduce en más ganas de trabajar, de implicarse, de sacar adelante retos, de proponer soluciones, es decir, de mostrar una actitud proactiva que es la que genera valor añadido a la empresa, y lo que le permite distinguirse de la competencia.
qué tipos de reconocimiento laboral existen
Muchos responsables de recursos humanos se preguntan qué poner en un reconocimiento laboral, es decir, cómo ofrecer el aplauso a una labor bien hecha, sobre todo si es continuada en el tiempo.
Si bien el reconocimiento monetario hemos visto que no es la panacea o la solución a todos los problemas, no conviene ni mucho menos desecharlo, y se puede implementar junto con otros tipos de reconocimiento, más emocional, creando así un ‘cóctel’ muy favorable para aumentar la autoestima y de paso el engagement del empleado con la empresa.
Respecto al monetario, esta va mucho más allá del clásico “aumento del sueldo” y se puede ofrecer en forma de incentivos como:
- Bonos.
- Comisiones.
- Tarjetas de descuento o de regalo, tickets restaurantes, productos de la empresa gratis o a precio de coste, etc.
- Tiempo libre remunerado.
- Planes de pensiones o de asistencia sanitaria privada.
- Etc.
Al margen de estos estímulos económicos, existe un buen abanico de planes de reconocimiento laboral no monetario. Seleccionamos los más relevantes:
- Promoción interna. Uno de los mayores reconocimientos dentro de la empresa es el ascenso. La asignación de nuevas responsabilidades, que normalmente cursan con una mayor retribución, y que se aprecia también por el resto de compañeros como un premio a su dedicación, a su esfuerzo, a sus méritos y, claro está, a su talento.
- Mayores responsabilidades, sin que implique un ascenso. Asignar nuevas funciones, que impliquen cierto riesgo, o estar al frente de equipos, dirigir misiones concretas… Depositar esta confianza en los trabajadores se aprecia como un síntoma de satisfacción y de reconocimiento. Siempre que, claro, no implique más horas de trabajo y añada estrés de manera gratuita.
cómo aplicarlo en la empresa: ejemplos de reconocimiento laboral
Además de los casos expuestos más arriba, hay modos de mostrar ese reconocimiento de modo expreso y público. Se pueden organizar concursos internos que fomenten una sana competencia entre los compañeros. Basados en aquel clásico “empleado del mes”, pero mucho más sofisticado, encontramos opciones como “el muro del reconocimiento”, donde se señalan, de modo analógico o digital, las acreditaciones que han recibido determinados trabajadores en un tiempo concreto.
Cada empresa es libre de crear sus reconocimientos particulares, así como desarrollar eventos para dar a conocer dicha trayectoria encomiable dentro de la empresa. Esto, además de suponer un reconocimiento expreso al trabajador agraciado, generará un efecto contagio y arrastre en el resto de los compañeros, que contribuirá de manera positiva en la empresa en su conjunto.
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