Creatividad en el trabajo

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El prestigioso psiquiatra Carlos Castilla del Pino sostenía que el fin último de los humanos es la creatividad. Tanto en el trabajo como en la vida cotidiana, el camino de la realización personal pasa por exprimir nuestras capacidades creativas en su más amplio sentido.

En un momento en que el mercado laboral exige talento para ofrecer soluciones innovadoras, esa actitud creativa no solo nos hará dar lo mejor de nosotros mismos, sino ser más y mejor valorados por las empresas que requieran de nuestros servicios.

¿Qué es la creatividad en el trabajo?

Las compañías más competitivas y punteras del mercado cada vez son más sensibles y receptivas a las llamadas soft skills. Estas son, por ejemplo, la capacidad de trabajar en equipo o contar con la flexibilidad necesaria para destacar gracias a una proactividad en todos los ámbitos.

Entre las diferentes soft skills podemos identificar como una de las cualidades más valoradas la creatividad en el ámbito laboral, algo que ya destacó LinkedIn dentro del ranking de habilidades más demandadas por las empresas de todo el mundo. Pero ¿qué se entiende por creatividad? En primer lugar, hay que huir de la idea de que se trata de una cualidad innata, ya que la creatividad se puede desarrollar, estimular, educar y llevar a un alto nivel. ¿Cómo? Gracias a una reeducación de la mirada hacia la curiosidad, el aprendizaje constante, el abandono de ideas fijas y el trabajo en común con otras mentes creativas.

Cómo aplicar la creatividad en el trabajo

Todo aquel que le preocupe cómo potenciar la creatividad en el trabajo debe asumir que ese será también un reto creativo. No hay reglas fijas para lograr contar con el talento creativo de los trabajadores de una compañía, pero sí conocemos algunas sugerencias o recomendaciones que pueden servir de ayuda a los jefes de equipo:

Desafiar a los empleados. En el buen sentido, claro, significa mantener un nivel de ‘tensión creativa’ que les impida acomodarse y caer en la inercia a la hora de realizar sus tareas. Un ejemplo sencillo puede ser el cambio de roles: asignar alternativamente funciones distintas a los miembros del equipo permite ‘desentumecer’ las habilidades de los empleados y poner en valor sus distintas capacidades.
Dirigir pero no llevar de la mano. Es decir, dejar que los trabajadores tengan una zona de riesgo a la hora de ejecutar determinadas tareas, así como proponer ideas para la mejora de los proyectos. La libertad es un factor clave para que aflore el trabajo creativo, ya que un ambiente de censura o posible censura limita la faceta más innovadora del equipo.
Lluvias de ideas o brainstormings. Crear espacios para proponer distintas maneras de abordar tales retos o procesos es fundamental para fomentar la creatividad. Poner en común y confrontar ideas resulta clave para innovar y encontrar soluciones originales.

¿Qué importancia tiene la creatividad en el campo laboral?

Vivimos tiempos muy cambiantes debido a la irrupción de nuevos procesos tecnológicos y de automatización. La Inteligencia Artificial, por ejemplo, puede suponer un cambio de paradigma a la hora de abordar procesos y tareas concretas, lo cual exige nuevos trabajos de creatividad para no dejarse llevar por esa nueva fuerza; al contrario, una actitud abierta hacia nuevos formas de desarrollo nos permitirá brillar y, en el mejor de los casos, producir más y con más eficiencia.

Saber aliarse con esa supuesta competencia es clave para que cada trabajador saque el máximo partido de sí mismo y aporte todo aquello que las máquinas aún no pueden llevar a cabo. La creatividad humana siempre será más impredecible, original y cálida que la que pueda ofrecer un ordenador. Por ejemplo, un combate de ajedrez entre dos ajedrecistas humanos siempre tendrá más emoción y valor que el que puedan ofrecer las dos máquinas más inteligentes nunca programadas.

Trabajos que requieren más creatividad

La creatividad en el trabajo, las ideas, como dijimos, no se refieren tanto a ese chispazo de inspiración. El talento capaz de crear obras de arte inmortales no es insignificante en las empresas, aunque no hay que olvidar que en el mundo laboral no se generan soluciones artísticas sino de otro tipo.

Esto no es excluyente con ser creativo y buscar la inspiración en cada momento. Como la que tuvo, por ejemplo, Alexander Fleming para sentar las bases para el desarrollo de la penicilina, gracias a la observación de un cultivo de bacterias con una mirada especial que lo llevó a su particular ¡eureka!

Como las lentillas, la cerveza negra, el oporto o el champagne, son ejemplos de serendipia que requieren de mentes abiertas y que sepan llegar más lejos en su observación de la realidad. ¿Cómo? Estando atentos a cada detalle y la aplicación que nadie había visto antes. Recordemos que la humanidad lleva siglos viajando, pero que no fue hasta 1970 que se patentó un invento tan sencillo, pero práctico, como una maleta con ruedas.

De ahí que no existan áreas más creativas que otras, ya que el factor innovador puede darse tanto en el mundo de los medios de comunicación, publicidad y por supuesto creación audiovisual, pero también se requieren espíritus creativos para diseñar otro tipo de servicios o productos como por ejemplo placas solares.

5 trucos para ser más creativo

¿Te preocupa cómo ser creativo? Recuerda que la creatividad, como cualquier otra facultad, se puede estimular y acrecentar gracias a diversas técnicas. A continuación sugerimos cinco:

Anota tus ideas. No te fíes de tu memoria y ten a mano un bloc de notas, analógico o digital, para que aquellas ideas que surgen de pronto no se pierdan. A veces, una idea, por pequeña que sea, es el embrión de un proyecto relevante.
Mantente activo. En un sentido global, física y mentalmente. Evita las tendencias a la rutina que a la larga te lleven a la inercia, a la ley del mínimo esfuerzo, a los patrones de conducta repetidos y por tanto carentes de toda creatividad. Rompiendo tus propios esquemas y buscando nuevas experiencias y modos de actuar en tu día a día darás con soluciones imaginativas y un pensamiento más creativo.
Inspírate en otros sectores. No somos islas. Al contrario, conocer técnicas de otros ámbitos enriquecerá el modo de trabajar en tu área. Explora tu curiosidad y gana en creatividad y, sobre todo, en motivación. La lectura, en este punto, de distintos casos de éxito y aprendizaje también es un buen estímulo para mantenerse despierto.
Busca lo difícil. Es importante poner a prueba tus límites. Vivir algo que, a priori, parece estar por encima de tus posibilidades para sentirte curiosamente capaz de todo y estar más estimulado que nunca. Esto generará un despliegue de tu creatividad como no habías conocido antes. Hay que probar a hacer las cosas de otra manera, más exigente, por un camino menos trillado. Es lo que los ilustradores ponen en práctica con “draw this on your style” que consiste en tratar de hacerlo como lo haría tu compañero… ¡pero a tu manera!
Cambia rutinas. La rutina es importante, la gran mayoría de artistas tenían sus hábitos y sus procesos para crear… pero también puede ser una amenaza. En cuanto uno se establece en la rutina, es el momento para romperla y crear otra. Solo así la mente se despereza y, ese momento de riesgo, de pérdida de seguridad, favorece la innovación y creación de ideas valiosas.

Ejemplos de creatividad en el trabajo

Cada vez se publican más libros para potenciar nuestro lado creativo en el trabajo y en la vida. Ahí está, por ejemplo, uno de los más referenciados en los últimos tiempos: Pensar rápido, pensar despacio, de Daniel Kahneman. En él, el autor viaja hasta los secretos más profundos del cerebro para explicarnos el funcionamiento del pensamiento y cómo sacar el máximo partido de la intuición y el pensamiento lento.

Porque la creatividad se puede aplicar a muchos ámbitos del trabajo, dependiendo también de cada circunstancia, de cada situación. Veamos algunos ejemplos, según su sector:

La deconstrucción de la tortilla de patata de Ferran Adriá (restauración).
El móvil de pantalla táctil, que ideó Steve Jobs para Apple (tecnología).
El alquiler de pisos para turismo a partir de habitaciones que cada cual tiene libre en su casa que luego derivó en el modelo de negocio de AirBnb (hostelería).
Conducción por horas con coches particulares para lograr un negocio éxito que luego se transformó en la gran plataforma que es Uber (transporte).

Internet y las apps ofrecen un universo nuevo de posibilidades que hace años era impensable. ¿Todo está inventado? Al contrario, todo está por hacer. De ahí que la creatividad sea más necesaria hoy que nunca.

Si trabajamos esta habilidad y somos constantes, seremos capaces de optar al empleo que tanto deseamos y crecer tanto personal como profesionalmente. ¿A qué estás esperando?

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