ingeniero de mantenimiento.

Aunque las responsabilidades y las funciones de un ingeniero de mantenimiento varían en función de la empresa para la que trabajes, las tareas más comunes incluyen las siguientes: 

1. inspeccionar máquinas y equipos: antes de iniciar la producción, el ingeniero de mantenimiento debe inspeccionar toda la maquinaria para identificar cualquier problema que pueda provocar un mal funcionamiento. Las revisiones rutinarias permiten identificar y solucionar los problemas a tiempo para evitar paradas o retrasos en la producción. 
2. mantenimiento preventivo: el técnico de mantenimiento preventivo se encarga de programar las revisiones de mantenimiento para evitar problemas que puedan comprometer el correcto funcionamiento de los equipos, por lo que en ocasiones necesitará la ayuda de un técnico electrónico o de un electricista industrial. Durante el mantenimiento preventivo tendrás que sustituir componentes desgastados, cambiar líquidos, recalibrar instrumentos o reemplazar filtros. El mantenimiento preventivo debe hacerse siguiendo una planificación para garantizar que los componentes desgastados se cambian antes de que caduquen y causen problemas. 
3. mantenimiento correctivo: en caso de que se produzca una avería inesperada, te encargarás de llevar a cabo el mantenimiento correctivo. Este trabajo consiste en realizar un análisis de la avería para determinar la causa del fallo en la máquina. También decidirás cuál es el mejor procedimiento para restaurar el buen funcionamiento del equipo. El mantenimiento correctivo incluye desmontar maquinaria para retirar los componentes defectuosos. 
4. reparaciones: si la maquinaria se estropea durante el uso, serás el encargado de volver a ponerla en funcionamiento, resolviendo el problema con las herramientas de diagnóstico más adecuadas. Decidirás si las partes dañadas necesitan ser reemplazadas o reparadas. Tras completar la reparación, realizarás las actualizaciones necesarias de otros componentes para mejorar la eficiencia y evitar futuras averías.
5. instalar nuevos equipos: la adquisición de nuevos equipos o maquinaria por parte de la empresa requiere de un proceso de instalación. Aparte de configurar la maquinaria, realizarás las comprobaciones y pruebas necesarias para asegurarte de que el sistema funciona correctamente.

El entorno de trabajo de un ingeniero de mantenimiento varía en función del sector para el que trabaje y de las responsabilidades de su puesto. Por ejemplo, es posible que trabajes en salas de maquinaria pesada si orientas tu carrera a la producción industrial, como los tornos de CNC. Durante el proceso de producción, la empresa podría requerir de tus servicios de forma inmediata si se produce un fallo en el sistema o una avería en las máquinas. En las empresas de consultoría y los organismos públicos, lo habitual es trabajar en una oficina, redactando protocolos para que los técnicos los empleen en sus operaciones de reparación y mantenimiento. No obstante, habrá ocasiones en las que tengas que visitar en persona las instalaciones del cliente para proporcionarle asistencia experta o soporte de primera línea, así como para trabajar con el analista del servicio técnico.

Dependiendo de la empresa y el sector en el que trabajes, entre tus compañeros podrás encontrar técnicos de mantenimiento, inspectores técnicos, gestores de mantenimiento  y jefes del servicio de mantenimiento/obras e instalaciones.

La mayoría de los ingenieros de mantenimiento que trabajan en fábricas y plantas de producción tienen una jornada laboral de 40 horas semanales. El horario no es siempre el mismo: hay jornadas continuas de 9 de la mañana a 5 de la tarde y turnos rotativos de 24 horas. Algunos ingenieros de mantenimiento deben estar disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, en caso de fallos o averías en la maquinaria. 

En estos casos, tu trabajo se desarrollará en turnos rotativos que incluyen las noches y los fines de semana. No es muy habitual que se oferten puestos de trabajo a jornada parcial, pero sí hay contratos temporales o por obra y servicio. Es un empleo que en algunos casos requiere viajar; por ejemplo, si tienes que visitar la planta de producción de tu cliente o si trabajas con un operador de CNC. Los desplazamientos al extranjero también son habituales para los ingenieros de mantenimiento que se especializan en sectores muy concretos.

Las oportunidades de desarrollo profesional de un ingeniero de mantenimiento son muy amplias. Puedes especializarte en un determinado sector o mejorar tus capacidades para impulsar tu carrera. Por ejemplo, si trabajas en el sector de la fabricación, los años de experiencia en la industria y los conocimientos adquiridos te permitirán acceder a un puesto como especialista o técnico experto. La experiencia también te abrirá las puertas a puestos como consultor en determinados sectores. Otra alternativa es convertirte en gestor de mantenimiento antes de ascender a puestos más elevados, como el de jefe de operaciones o director de instalaciones. Algunos ingenieros de mantenimiento se preparan para obtener una titulación superior y convertirse en ingenieros mecánicos antes de acceder a puestos de gestión.

Trabajar como ingeniero de mantenimiento a través de Randstad ofrece interesantes beneficios: 

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• flexibilidad
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• grandes oportunidades de formación
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