Dos agricultores (hombre y mujer) están estudiando la tierra de un cultivo en un campo labrado.

 

¿Te imaginas una agricultura que no solo produzca alimentos, sino que también devuelva vitalidad al suelo y se convierta en un mecanismo contra el cambio climático? Eso es en esencia la agricultura regenerativa: una nueva forma de probar a cuidar la tierra que promete transformar tanto al campo como al planeta.

En Randstad examinamos en qué principios se basa, vemos cómo puede actuar frente a los desafíos climáticos, cuáles son sus desafíos y oportunidades, y cómo influye en nuestros hábitos de consumo.

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qué es la agricultura regenerativa

La agricultura regenerativa es mucho más que producir alimentos; es una filosofía que pretende devolver a la tierra más de lo que toma de ella. A diferencia de los métodos agrícolas “tradicionales”, que agotan el suelo y dejan cicatrices en el ecosistema, la agricultura regenerativa se enfoca en regenerar los recursos naturales para que sigan siendo fértiles y sostenibles en el largo plazo. 

¿Y cómo funciona? Todo gira en torno al suelo; mediante la promoción de prácticas que mejoran la salud del suelo, como no hacer uso de una extensiva cantidad de químicos, mantener una cubierta constante de vegetación y aumentar la vida microbiana. En esencia, la agricultura regenerativa no solo respeta los ciclos naturales, sino que trabaja con ellos para potenciar sus beneficios. Básicamente, es una forma de agricultura que alimenta al mundo y cuida del planeta mientras lo hace.

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principios fundamentales de la agricultura regenerativa

La agricultura regenerativa se basa en una lista de principios fundamentales que buscan maximizar los beneficios para el suelo, la biodiversidad y el clima. Cada uno de estos principios actúa como una pieza clave en el rompecabezas para lograr una agricultura más sostenible y resistente.

mejora de la salud del suelo

El suelo, considerado el pilar central de la agricultura regenerativa, experimenta grandes beneficios gracias a prácticas como la labranza mínima y el uso de compost. Estas técnicas fortalecen su estructura y enriquecen su vida microbiana, promoviendo su salud y fertilidad. Según el "Metaestudio sobre los beneficios ambientales y afección a la biodiversidad de la agricultura regenerativa", publicado por Acodea, incluso en sistemas ecológicos que utilizan algo de labranza, la transición desde métodos agrícolas convencionales hacia alternativas regenerativas muestra mejoras significativas en la calidad del suelo.

aumento de la biodiversidad

Las huertas regenerativas son auténticos oasis de biodiversidad. Este enfoque fomenta la coexistencia de múltiples especies, desde cultivos diversos hasta polinizadores esenciales como abejas y mariposas. El resultado: ecosistemas más saludables, equilibrados y naturalmente resistentes a plagas y enfermedades.

integración de prácticas sostenibles en la producción agrícola

La clave radica en adoptar una visión a largo plazo. Implementar prácticas como la rotación de cultivos, el uso de abonos verdes y la combinación de árboles con cosechas no solo incrementa el rendimiento, sino que también refuerza la sostenibilidad del sistema agrícola en su conjunto.

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impacto de la agricultura regenerativa en la mitigación del cambio climático

Uno de los principales superpoderes de la agricultura regenerativa es su capacidad para combatir la crisis climática. Según Tania Strauss, jefa de Alimentación y Agua del Foro Económico Mundial, “invertir en agricultura regenerativa puede crear un sistema alimentario sostenible, que mitigue el cambio climático y proporcione una vía hacia un futuro más equitativo y resiliente”. Ahora vamos a ver por qué.

secuestro de carbono en el suelo

El suelo actúa como un gran almacén natural de carbono, y la agricultura regenerativa aprovecha este potencial al máximo. Mediante prácticas como mantener una cobertura vegetal constante y emplear compost enriquecido, se logra capturar y almacenar dióxido de carbono, transformándolo en materia orgánica. ¿El resultado? Menos carbono en la atmósfera y un suelo más fértil y saludable.

reducción de emisiones de gases de efecto invernadero

La agricultura regenerativa apuesta por la disminución de la dependencia de fertilizantes químicos y pesticidas. Por un lado, esto significa que se están reduciendo sus emisiones desde su producción y aplicación. También suma puntos con prácticas como el manejo responsable del estiércol y la combinación de cultivos y ganadería, lo que reduce significativamente las emisiones de metano y óxido nitroso, dos de los gases más potentes en el calentamiento global.

mejora de la resiliencia frente a eventos climáticos extremos

Cuando el suelo está sano, puede almacenar más agua y resistir mejor las lluvias extremas y la sequía. Esto significa que los sistemas agrícolas regenerativos no solo son más sostenibles, sino que también se preparan mejor contra los impactos del cambio climático y tienen un seguro natural contra lo inesperado.

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influencia de la agricultura regenerativa en el sector de la alimentación

La agricultura regenerativa no es simplemente una forma de cultivar, es un movimiento que está cambiando el juego en lo que respecta al mundo de la alimentación. Abre una conversación necesaria sobre el impacto de nuestras decisiones alimentarias en el medio ambiente y en las comunidades locales. De esta manera, nos invita a ser responsables tanto con la tierra como con el futuro de quienes la cultivan y nos obliga a preguntarnos si la forma en que llega la comida a nuestras mesas es la correcta.

producción sostenible de alimentos

Se trata de técnicas como el cultivo regenerativo o las huertas regenerativas, que permiten producir alimentos sin comprometer recursos de los que no necesitaremos prescindir en un futuro. El secreto está en encontrar un equilibrio: cosechas abundantes, pero con prácticas que cuidan la tierra.

mayor seguridad alimentaria

La agricultura regenerativa puede mejorar la calidad del suelo y aumentar la resiliencia de los cultivos. Por lo tanto, es posible tener un suministro de alimentos más estable, que incluso puede tener éxito en situaciones de clima extremo. Esto es fundamental para las zonas más vulnerables, en las que la falta de acceso a alimentos es un problema crónico. 

mejora de la calidad nutricional

Los productos obtenidos mediante un enfoque regenerativo suelen ser más ricos en nutrientes. Esto se debe a que los suelos sanos y bien gestionados transferirán más minerales y vitaminas a los cultivos, haciéndolos más equilibrados y completos en nuestra dieta.

reducción del impacto ambiental del sector alimentario

La agricultura regenerativa puede reducir la contaminación de los fertilizantes y el consumo de combustibles fósiles. Esto se logra adoptando prácticas sostenibles, como la utilización más eficiente del agua o la rotación de los cultivos.

alineación con las expectativas del consumidor

Cada vez son más las personas que quieren alimentos que sean buenos para ellos y para el planeta. La agricultura regenerativa llena este vacío, ya que permite crear productos que están en consonancia con los valores de sostenibilidad y respeto por la naturaleza

promoción de la economía local

Impulsar la agricultura regenerativa no solo beneficia a los pequeños agricultores, sino que también fortalece la economía de las comunidades locales. Sus efectos van más allá del campo, llegando a los mercados, las familias y los pueblos, generando un impacto positivo en toda la región. Al dar un papel activo a los agricultores, se fomenta una economía más robusta y sostenible que mejora la calidad de vida a nivel local y regional.

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desafíos y oportunidades en la implementación

La puesta en práctica de la agricultura regenerativa es un desafío. Aunque presenta numerosas ventajas, la transición hacia una agricultura regenerativa requiere superar varias barreras, como la falta de conocimientos y la limitación de los recursos. No obstante, las oportunidades que se abren hacen que merezca la pena, tanto para los agricultores como para el planeta.

barreras para la adopción de prácticas regenerativas

Uno de los principales desafíos en la implementación de la agricultura regenerativa es la falta de conocimiento. Muchos agricultores carecen de la educación y de la información necesaria para poner en práctica esta técnica. Además, la inversión inicial en equipos o adaptaciones estructurales es un desafío, principalmente para los pequeños productores. Otro obstáculo importante lo encontramos en el miedo al cambio. La agricultura convencional está profundamente arraigada en muchos sistemas productivos, y dar el salto a lo regenerativo suele despertar mucha incertidumbre.

políticas y financiamiento para apoyar la transición

Para que la agricultura regenerativa crezca, es imprescindible contar con un respaldo fuerte en políticas públicas y financiamiento. Además, es importante que las instituciones promuevan la investigación y el desarrollo de nuevas técnicas regenerativas adaptadas a distintos entornos, como la agricultura regenerativa ibérica, que se adapta a las particularidades del clima y el suelo de la Península.

 

La implementación de la agricultura regenerativa no será una tarea fácil ni rápida, pero las ventajas que ofrece son demasiado valiosas como para ignorarlas. Quizá no todos seamos agricultores, pero nuestras decisiones como consumidores también ponen nuestro granito de arena para apoyar este cambio.

La transición hacia la agricultura regenerativa no será sencilla ni rápida, pero sus beneficios para el medio ambiente, la economía local y la seguridad alimentaria son demasiado importantes como para ignorarlos. Aunque no todos somos agricultores, nuestras decisiones como consumidores, al elegir productos cultivados de manera sostenible, tienen un impacto significativo en impulsar este cambio.

En Randstad, entendemos la importancia de contar con el talento adecuado para liderar la transformación del sector alimentario. Ayudamos a las empresas a incorporar perfiles especializados en innovación agrícola y sostenibilidad.