Bancos de tiempo corporativos, una tendencia al alza
Una de las variables mejor valoradas año tras año en los rankings de mejores empleadores es disponer de una mejor conciliación entre la vida profesional y la personal.
En la esfera personal, no obstante, hay un sinfín de tareas administrativas y del día a día que nos roban tiempo, de ahí que, más allá de políticas de flexibilidad al uso, algunas empresas estén introduciendo los bancos de tiempo corporativos como beneficio social de sus colaboradores. De esa manera, se libera tiempo de calidad para todos ellos que redunda en una mayor productividad y capacidad resolutiva.
De acuerdo con los resultados de la úlltima encuesta sobre employer branding de Randstad, “Cuando la percepción puede convertirse en realidad”, publicada el pasado mes de abril, la conciliación entre el trabajo y la vida privada es el sexto valor que interesa a los profesionales cuando buscan un nuevo empleo.
Este mismo factor es uno de los principales a la hora de decidir cambiar de trabajo, mientras que el equilibrio es el primer motivo que les impulsa a mantener su puesto actual.
Unas sensaciones que también están presentes entre los equipos directivos, pues el 91% de los dirigentes españoles apunta a la conciliación como uno de los aspectos que más valora en un empleo, según el estudio “Bienestar y motivación de los empleados en Europa”, elaborado por Edenred e Ipsos el pasado mes de julio tras encuestar a 13.600 trabajadores de 14 países europeos.
De hecho, según el mismo estudio, el 40% de los profesionales se ha planteado dejar su puesto de trabajo precisamente por la falta de equilibrio con su vida personal.
Ante este panorama, iniciativas como los bancos de tiempo corporativos ofrecen oportunidades para fomentar el equilibrio y la conciliación, yendo más allá de otros recursos más generalizados como la flexibilidad horaria o el teletrabajo.
¿Qué es exactamente un banco de tiempo? Se trata de un sistema de intercambio de servicios que se basa en la solidaridad y el voluntariado. De acuerdo con la definición que hace del propio sistema el Banco del Tiempo de Barcelona, se trata de un servicio autogestionado y colectivo, que conlleva, no obstante, una cierta complejidad organizativa.
El tiempo como moneda de intercambio
En lugar del dinero, como en un banco tradicional, aquí la moneda de cambio es el tiempo, algo muy apreciado por todo profesional. Así, las personas ofrecen servicios a sus compañeros según su disponibilidad y capacidades, mientras que esperan de ellos que les ofrezcan otras prestaciones a cambio. Los trabajadores que acuden a este servicio deben confiar en sus socios, con quienes deben tener una relación de proximidad y confianza.
La naturaleza de los servicios es muy variada y puede ir desde la atención a personas, como en el caso del acompañamiento de niños al colegio o a actividades extraescolares, hasta las tareas domésticas o hacer la compra para otra persona, pasando por llevar la ropa a la tintorería o hacer gestiones administrativas para las que nunca logramos encontrar un momento. Las tareas de bricolaje, el cuidado de plantas y animales, la lectura a personas mayores, el asesoramiento financiero, la enseñanza de idiomas o de música son otras de las múltiples posibilidades que ofrecen los bancos de tiempo corporativos.
Los bancos del tiempo corporativos también pueden ser entendidos como una forma de voluntariado, pues su filosofía básica es la de ayudar a otra persona.
En este sentido, sus beneficios también son psicológicos, pues está demostrado que las acciones solidarias fomentan la motivación, la creatividad y la mejora de las relaciones humanas. Capacidades todas ellas que tienen repercusiones en el rendimiento laboral.
El cuaderno “Las monedas sociales”, de la colección Finanza éticas, editada por Cajamar, añade que “está empíricamente demostrado que aquellas empresas que fomentan los programas de voluntariado y la economía de solidaridad entre sus empleados tienen un mejor clima laboral, se producen una mayor identificación con la misión y los valores de la compañía y se registran mejores tasas de productividad”.
Beneficios de los bancos de tiempo
La implantación de los bancos de tiempo reportan a los equipos beneficios tan destacados como:
- Aligerar las agendas de los empleados aplicando políticas de flexibilidad horaria.
- Disfrutar más y mejor del tiempo libre, ahorrando tiempo, dinero y desplazamientos a través de clubes para empleados. Por ejemplo, pueden compartir aficiones e intereses con otros socios del club, favoreciendo también las relaciones interpersonales entre los diferentes equipos.
- Mejorar la experiencia laboral de los empleados. Entre otros, los bancos de tiempo sirven para facilitar tareas cotidianas, como hacer gestiones o enseñar idiomas sin perder tiempo, entre otras muchas posibilidades.