La tecnología, motor de cambio en el futuro laboral del sector marítimo
La incorporación de nuevas tecnologías en el sector del transporte ha traído grandes beneficios en temas de seguridad, eficiencia y protección del medio ambiente. El mundo está más conectado que nunca a través del comercio global, el cual está creando nuevos puestos de trabajo e impactando en los existentes.
Esta conclusión es a la que llega el último estudio liderado por la World Maritime University (WMU) bajo el título “Transport 2040: Automation Technology Employment – the Future of Work”, que se apoya en tres hallazgos:
- Los beneficios económicos, las tendencias demográficas y los factores de seguridad son los pilares catalizadores para la introducción de la automatización, una tendencia gradual en su aplicación.
- La existencia de un creciente volumen de oportunidades comerciales que implicarán la captación de talento especalizado.
- La introducción de nuevas tecnologías tendrá efectos sobre el empleo y la fuerza laboral, según la etapa de desarrollo de los países y sus ventajas comparativas.
Tendencias en el transporte marítimo
Históricamente, siempre ha existido una estrecha colaboración entre el crecimiento del PIB y el volumen de transporte, algo que se traduce en que el comercio está entre los principales impulsores de la demanda en el transporte y que no deja indiferente al sector marítimo. Estas son algunas de las tendencias más destacables de aquí al año 2040 que afectarán al talento cualificado actual y futuro, ya que deberán adaptarse a los cambios que traerán consigo las nuevas tecnologías:
– Automatización de vehículos e infraestructuras
La tripulación se verá asistida por nuevas tecnologías que ayudarán al control de velocidad y al ahorro de combustible con o sin supervisión humana. Estos barcos autónomos tienen más posibilidades de ser operados en zonas comerciales o regiones restringidas, según recoge el mismo estudio antes mencionado.
– Mantenimiento
A través de los avances en tecnología, el estado del equipamiento a bordo de los barcos es posible que pueda ser monitoreado gracias a la programación y la conectividad a distancia. Este mantenimiento predictivo mejorará enormemente la fiabilidad de las operaciones de transporte mediante el uso de una matriz de datos.
– Interfaces de usuario
En un mundo con gran nivel de colaboración entre sistemas técnicos y humanos, las interfaces de usuario deben garantizar que dicha interacción sea segura y efectiva, un ejemplo son todas las aplicaciones de servicio al cliente o nuevos tipos de equipamiento (robots y drones, principalmente). Además, los primeros puertos autónomos ya son una realidad.
Los nuevos buques
La Organización Marítima Internacional (OMI), el principal órgano regulador del transporte marítimo internacional, ha comenzado a determinar el modo de abordar la navegación de los buques marítimos autónomos de superficie (MASS) en condiciones de seguridad, protección y ambientalmente racionales a través de su Comité de seguridad marítima (MSC).
Según la OMI, “se entiende por buque marítimo autónomo de superficie (MASS) todo buque que, en diversos grados, puede navegar sin depender de la interacción humana”. Y los grados de autonomía se organizan de la siguiente manera:
– Procesos automatizados y apoyo en la toma de decisiones.
– Control a distancia de los barcos con gente a bordo.
– Control a distancia sin gente a bordo
– Barcos totalmente autónomos debido a que el sistema operativo es capaz de tomar decisiones y de determinar acciones por sí mismo.
Asimismo, la introducción de la automatización en el transporte naval también responde a la necesidad de reducir la emisión de gases de efecto invernadero debido a la proliferación de combustibles alternativos a los que se emplean en la actualidad capaces de trabajar alineados con las nuevas tecnologías y a la urgencia de captar nuevo talento especializado que permita adaptarse a la realidad laboral futura.
Por lo tanto, los efectos de la automatización en los buques ofrecen una serie de ventajas que no pasan desapercibidas:
– Los buques autónomos no sustituirán la carga convencional.
– Potenciarán el ahorro energético, por ejemplo, en términos de climatización, racionalización de la gestión eléctrica e implantación de energías renovables.
– Regularán sistemas y equipos necesarios.
– Los profesionales del transporte marítimo se beneficiarán al combinar habilidades marítimas con las digitales que potencian la capacidad de interpretar y analizar grandes cantidades de datos, y hacer uso de software de programas y sistemas fundamentales.
En definitiva, los buques son el principal medio de transporte mundial de grandes cargas y lo seguirán siendo en los próximos años con nuevos componentes en la ecuación: la sostenibilidad, la eficiencia y talento cualificado.