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Tiempo de lectura: 4 minutos.
La educación es uno de los sectores que se ha visto obligado a cambiar por la aparición de la pandemia, adaptando a sus docentes y alumnos a un marco de enseñanza online que, aunque ahora ya sea mínima, sigue existiendo. Además, las bajas laborales por coronavirus, las cuarentenas y las medidas de ventilación también han condicionado el trabajo en este sector. En datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), aun así, se ha visto una notable subida en los trabajadores del sector, del último trimestre del año 2020 (1.393 trabajadores) al mismo periodo del año 2021 (1.495 trabajadores). A pesar de todo, el año 2022 vendrá marcado por objetivos que muchos sectores, entre ellos el educativo, tendrán en sus calendarios.
Uno de los principales retos que se ha visto ampliado por la irrupción de la pandemia y, por ende, la tecnología, es el de la brecha digital entre aquellos que pueden acceder a todo tipo de tecnologías y los ciudadanos que no pueden hacerlo. Por tanto, resulta fundamental que los gobiernos implementen acciones sólidas para garantizar a las personas una educación de calidad a lo largo de toda su vida. Así, todas las personas optarán de igual forma a oportunidades educativas de calidad en todos los momentos de su vida.
Por supuesto, la figura de los docentes cobra real importancia en el caso de la educación, pues son los protagonistas y encargados de hacer llegar estas habilidades a la sociedad. Es por eso por lo que, desde la UNESCO, se considera importante mejorar las condiciones laborales y formativas de los docentes, no solo mediante los salarios y contratos, sino también garantizando un número de estudiantes por clase apropiado, seguridad escolar y apoyo institucional. En torno a esta última idea se sostiene también la necesidad por parte del organismo de respaldar la autonomía y la libertad de los docentes, haciéndolos, a su vez, partícipes activos del debate público y el diálogo sobre el futuro de su sector.
Hacia un nuevo modelo de educación
Muchos profesores quieren compartir lo aprendido durante estos últimos dos cursos escolares. Y es que creen que hay seguir una serie de iniciativas para poder conducir la educación hacia un nuevo modelo hibrido que convenza a madres, padres, tutores, alumnos y docentes:
- Crear un óptimo entorno educativo a través de la inversión en tecnología pedagógica. Además de pensar cómo adaptar e implementar los contenidos educativos a las distintas realidades tecnológicas.
- Contar con un profesorado formado y preparado para adaptarse a los cambios, tanto en un entorno empresarial como en el puramente formativo.
- Educar y formar también en el cambio de modelo. Dando mucho apoyo y asistencia para, poco a poco, ir modificando hábitos y maneras de hacer.
- El rol del profesorado es clave a la hora de fomentar la interacción, la implicación y la comunidad. Por ello, se debe contar con profesorado que no solo tenga los conocimientos técnicos, sino que también sean excelentes comunicadores.
- Finalmente, no se debe olvidar el cuidado de las emociones del alumnado que permitirá optimizar su rendimiento escolar y la buena respuesta de estos frente a los retos propuestos.
El reto del empleo
En concreto, el último informe de Randstad Research sobre la materia alertaba que el 55% de las empresas que tiene dificultades para encontrar candidatos. Además, el 65,6% de las compañías disponía de alguna vacante de empleo por cubrir, un dato que contrasta con la tasa de paro actual, situada en el 16,1%.
En esta tesitura se hace más necesario que nunca reconsiderar los objetivos del sistema educativo. Especialmente en las fases más avanzadas, uno de esos objetivos ha de ser la empleabilidad. Otro aspecto también es muy importante a la hora de debatir sobre el futuro del modelo educativo. La etapa formativa y la etapa profesional de una persona no deberían estar drásticamente separadas. Siempre es beneficioso que un profesional conozca la realidad del mercado laboral ya desde la fase final de su educación. Y, por otro lado, la formación no debería terminar con los estudios, sino continuar impartiéndose durante toda la vida laboral para seguir contribuyendo en la mejora de la empleabilidad.
En Randstad, contamos con consultores especializados en el sector de la educación que son capaces de adelantarse a las necesidades del mercado en esta situación tan volátil. Trabajamos desde el convencimiento de que el talento es la mejor manera de contribuir a la recuperación de las empresas, independientemente del sector al que pertenezcan.
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