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La organización de cualquier plantilla siempre ha sido un aspecto que ha preocupado a managers y líderes en general, y a departamentos de Recursos Humanos, en particular. El motivo es básicamente porque gracias a una buena disposición y distribución de personas es posible conseguir aumentar la productividad.
Para el sector de la hostelería, esta premisa es de fácil demostración, ya que si un equipo no está organizado la calidad del resultado es más que palpable. Dimensionar la plantilla en función de la ocupación y estacionalidad, asignar los servicios, contabilizar las horas y la productividad o controlar los servicios de empresas colaboradoras son solo algunos de los aspectos que más se han de tener en cuenta.
No es un secreto que durante los meses de verano se disparen las cifras de ocupación hotelera en España, lo que supone una adaptación y redistribución de las plantillas para atender y dar el mejor servicio posible a los clientes. Gestionar la fuerza laboral en función de la estacionalidad es uno de los retos de los profesionales de la gestión del talento.
El sector de la hostelería y el hotelero fácilmente sufren mayores cambios debido a la estacionalidad, un aspecto que los responsables de Recursos Humanos debe prever con antelación para evitar un exceso o una falta de personal en momentos puntuales a lo largo del año a través de una serie de elementos:
- Organizar la plantilla según la ocupación.
- Asignar los servicios con antelación para prever costes y necesidades.
- Planificar los horarios laborales.
- Analizar la productividad de los empleados en base a los turnos horarios.
- Gestionar adecuadamente las empresas colaboradoras que facilitan personal.
Con la planificación estratégica de la empresa se puede hacer una previsión de las cargas de trabajo por temporada, es decir, es posible prever el número total de trabajadores que necesitará una empresa para alcanzar sus objetivos estratégicos en los plazos fijados.
La finalidad básica de la planificación de los recursos humanos es conseguir que la plantilla sea la necesaria, ni en exceso ni en defecto, para lograr las metas fijadas.
Otra alternativa: organizar por objetivos
La consecución de las tareas individuales de la plantilla posibilita la consecución de los generales, es decir, cada uno de los miembros del equipo tiene una función que permite llegar a objetivos comunes. Optimizar el rendimiento mediante el compromiso de los empleados es otra alternativa para gestionar con éxito la fuerza laboral. Para ello, se pueden seguir una serie de estrategias:
- Procurar la claridad del mensaje y su comprensión por parte de los empleados.
- Establecer los indicadores de gestión con la finalidad de obtener métricas para valorar la evolución.
- Definir indicadores realistas y alcanzables.
- Actualizar los indicadores según la evolución del equipo.
- Facilitar el seguimiento del rendimiento para otorgar la posibilidad de que el empleado conozca su propia mejora personal y profesional.
- Integrar el plan de comunicación dentro de la estrategia global empresarial.
¿Qué datos recoger?
Dentro de la clasificación general, podemos obtener datos cualitativos que indiquen temas relacionados con la valoración de las distintas tareas que se desempeñan en cada puesto y sus características, con la finalidad de conocer la necesidad de incorporar o no personal nuevo, realizar planes de formación o implementar nuevas tecnologías en diferentes departamentos. Los indicadores pueden ser:
- Los planes de producción
- El equilibrio entre los perfiles del puesto y la cualificación necesaria
- La tecnología a utilizar
En cambio, los datos cuantitativos ayudarán a medir en números aquellos relativos a la cantidad de personas que hacen falta para cubrir un puesto mediante los indicadores de planes de producción, nivel de rendimiento, índices de rotación y absentismo, y jornada laboral.
A modo de conclusión, la estacionalidad es un factor que afecta de forma positiva y negativa al sector de la hostelería. Por tanto, es clave la buena organización de personal para llevar un mayor control sobre la gestión temporal y la planificación estratégica.
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