Los 3 modelos de trabajo y gestión de talento en 2020
El mundo empresarial experimentará un cambio sustancial en 2020, afectando especialmente al departamento de RRHH. Así lo asegura un informe de PwC, una importante red de firmas dedicadas a la auditoría y consultoría. Según este informe, existirán 3 modelos de organización totalmente diferentes. Estas 3 alternativas responden a los numerosos desafíos a los que se ha enfrentado la gestión de talento, ya que, en las últimas décadas, los RRHH no han sido ajenos a los avances tecnológicos, económicos y sociales.
En cuanto a las innovaciones tecnológicas, ya son tan numerosas, variadas y surgen con tanta frecuencia, que se hace imposible incluirlas en una lista cerrada. El avance exponencial de la ciencia hace que el futuro y el presente estén en constante interacción. Big Data, gamificación, omnicanalidad, realidad aumentada, hologramas, conferencias y entrevistas a distancia, algoritmos para medir talento, inteligencia artificial… la lista de herramientas que están al alcance de los profesionales de RRHH para facilitar su labor es interminable.
La innovación tecnológica va de la mano de la gestión de personas y necesita, inevitablemente, del talento humano. Las nuevas herramientas que se nos ofrecen permiten al departamento de RRHH encontrar los perfiles profesionales más cualificados y que cumplan mejor con los requisitos de cada puesto, minimizando tiempos y recursos en el reclutamiento. Una vez incorporado el talento a las empresas, los procesos tecnológicos permiten a los empleados crecer dentro de la empresa de una forma dinámica y motivadora, lo que acaba repercutiendo directamente en crecimiento de la compañía.
En 2020, estos cambios y tendencias se unen a las previsiones positivas del FMI en materia económica mundial y derivan en una pregunta: ¿cómo será el mundo empresarial y la gestión de talento en 2020?
Se consideran 3 posibles escenarios que comparten una característica común: adaptarse a unos nuevos tiempos que incluyen una generación de profesionales con unas expectativas y valores diferentes. Así pues, las organizaciones de 2020 podrán englobarse en 3 modelos de gestión de talento: el mundo azul, el mundo verde y el mundo naranja.
Mundo azul:
En esta alternativa las organizaciones crecerán exponencialmente hasta convertirse en entidades inmensas. De hecho, un gran número de empresas tendrán una facturación anual superior al PIB de muchos países, algo que ya está ocurriendo actualmente. Esto les permitirá tener una gran capacidad de influencia, así como una mayor independencia.
Las empresas ofrecerán multitud de servicios a sus profesionales. Los abastecerán de servicios considerados hasta ahora como pertenecientes a la esfera privada, como la vivienda, la sanidad o la educación de los hijos.
Esta estrategia responde a la necesidad de retener el talento, el recurso más preciado. Las organizaciones pretenden encontrar, formar y conservar a los mejores profesionales. Por ello se recurrirá a rigurosos procesos de contratación. Grandes cantidades de datos se usarán para la gestión de personas según su especialidad, logrando una precisión exacta a la hora de seleccionar un candidato.
Este trabajo llevará a la necesidad de controlar los resultados y cuantificar de forma sistemática el rendimiento, compromiso y productividad del profesional, premiando la eficiencia y los resultados.
Mundo verde:
Debido a las exigencias éticas y medioambientales de los consumidores, las empresas desarrollarán una fuerte conciencia social y un sentimiento de responsabilidad medioambiental. No solo los consumidores valorarán estos aspectos, también los nuevos profesionales que se incorporen al mercado laboral, decantándose por empresas que cumplan estos compromisos sociales.
El departamento de RRHH, dirigido por un alto directivo de la compañía, cambiará su nombre a “Personas y Sociedad”, adaptándose a estas necesidades. Desde el departamento se fomentará la responsabilidad social corporativa, con el objetivo de tener profesionales comprometidos con los valores medioambientales. Además, se tendrá siempre en cuenta la sostenibilidad como parte de la gestión de talento.
Los responsables de RRHH dedicarán grandes esfuerzos a crear redes sociales dentro de la empresa y con los clientes. Por otro lado, para reducir la emisión de gases y el consumo de combustibles, se fomentará la menor utilización de vehículos particulares proporcionando a los trabajadores alternativas de uso colectivo.
Mundo naranja:
Las empresas se dividirán y se creará una red global de compañías más pequeñas que colaboren entre sí, por lo que se fomentará el antimonopolio y la innovación.
Los contratos ya no serán para toda la vida, se impondrán modelos donde los trabajadores estarán habituados a trabajar por proyectos, de manera flexible adaptados a un mundo en constante movimiento. Los profesionales trabajarán para múltiples organizaciones, uniéndose en gremios según su profesión. Estos gremios gestionarán las oportunidades de carrera laboral, proporcionarán formación y fomentarán el desarrollo; responsabilidades antes propias de la empresa.
Las organizaciones considerarán a los empleados como la clave del éxito empresarial. Se otorgarán incentivos para los profesionales que logren objetivos, además de una compensación según sus conocimientos especializados.
El departamento de RRHH se convertirá en un departamento de planificación de plantillas que lidiará con ingentes cantidades de contratos; ya que a cada profesional le corresponderán unos honorarios diferentes, según su categoría, gremio y especialización. A los empleados se les identificará más con sus habilidades o su red de contactos que con una empresa en concreto. Tratarán de especializarse para lograr mejor remuneración.
Así pues, las opciones son: un mundo donde las grandes empresas tienen una capacidad de influencia hegemónica, uno que da prioridad a la ecología y uno donde se creará una red global de pequeñas empresas. Triunfe uno u otro (o se establezca un mundo donde puedan existir empresas que beban de lo mejor de cada uno de estos 3), todos tienen en común la transformación del departamento de RRHH para adaptarse a nuevos marcos socioeconómicos, nuevas mentalidades y nuevas tecnologías. Lo que sí permanece inalterable en cada una de las posibilidades que se contemplan, es que la gestión y retención de talento es y seguirá siendo clave.
Y tú, ¿de qué color crees que será el mundo empresarial del mañana?