La gestión de la diversidad, ¿una prioridad empresarial?
“Desde el punto de vista de los negocios, incorporar la variable ‘diversidad’ en el sistema de gestión de una organización permite comprender las necesidades de los stakeholders y del mercado en el que opera la empresa, diseñar una estrategia comercial adaptada a ellas, identificar nuevas oportunidades de negocio, desarrollar nuevos servicios o productos y, por todo ello, mejorar el posicionamiento de la empresa en los diferentes escenarios.
"Esta es la manera de materializar el impacto de la gestión de la diversidad en el resultado económico de una empresa”. Así prologa Juan Verde, el asesor económico y político, el estudio “Gestión Global de la Diversidad” presentado recientemente por la Fundación Diversidad.
"La diversidad es riqueza y redunda en el interés de las organizaciones"
En la teoría, tal y como asegura Verde, no hay duda de que la diversidad es riqueza y redunda en el interés de las organizaciones (no solo en el interés ético, también en la cuenta de resultados).
En la práctica el vaso está literalmente medio lleno: la mitad de las empresas españolas valora la gestión de la diversidad como prioritaria, según este estudio. De éstas, el 53% cree que la diversidad se asocia a responsabilidad social y valores, frente al 9%, que asegura que redunda en el interés del negocio.
El informe lamenta que “aunque las empresas son conscientes de la importancia que tiene gestionar el capital humano, todavía no se ha situado la gestión de la diversidad en el lugar estratégico que se merece”. Esta situación es perjudicial para las empresas españolas porque “no estamos aprovechando la gestión cultural y, en consecuencia, estamos perdiendo un enorme potencial humano”.
Una pérdida crítica en un momento en que buena parte de las empresas españolas han empezado a mirar hacia fuera para amortiguar los efectos de la ralentización económica interior y, por lo tanto, las empresas necesitan de plantillas que entiendan otras culturas, otros idiomas, otras realidades, etc.
Pérdida de capital humano
La Fundación Randstad, que este mes de mayo cumple su primera década de trabajo por la inserción socio-laboral de personas en riesgo de exclusión, también asegura que en nuestro país “sigue precisándose un profundo trabajo de sensibilización con el que facilitar posteriormente la integración laboral de ciertos colectivos”.
Esta falta de integración comporta una clara pérdida de talento para las empresas, que dejan de contar con los conocimientos y habilidades de múltiples colectivos: las personas que tienen algún tipo de discapacidad, los mayores de 45 años, personas inmigrantes con dificultades para su integración laboral, etc.
"Contar con una plantilla diversa ayuda a llegar también a más segmentos del mercado"
Esta pérdida de capital humano es evidente y cuantificable. Corregirla supondría para las empresas, la posibilidad de reclutar trabajadores entre un abanico mayor de perfiles, lo que supone incrementar las opciones de encontrar el talento que más se ajusta a sus necesidades.
Además, contar con una plantilla diversa ayuda a llegar también a más segmentos del mercado. Por ejemplo, Gallup, en un estudio sobre retorno de la diversidad de género en los sectores del Retail y la Hostelería, demuestra que los negocios que priorizan la gestión de la diversidad de género incrementan sus ingresos en una media de un 14% (Retail) y un 19% (Hostelería). Además, en ambos sectores se detecta un mayor compromiso del conjunto de los trabajadores con la organización.
En la I Encuesta por la Diversidad de la Fundación Randstad, las organizaciones encuestadas destacan tres beneficios claros de la integración a sus plantillas de personas con dificultades de inserción laboral: dan visibilidad al compromiso social de la empresa, permiten incorporar a personal altamente motivado y son una apuesta por el talento independientemente del colectivo al que pertenezcan los trabajadores.