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Los avances en el proceso de vacunación, con los consiguientes levantamientos de las restricciones sanitarias, están provocando que, poco a poco, se vaya recuperando uno de los principales motores económicos de nuestro país: el turismo.

Pero aún es pronto para lanzar las campanas al vuelo. La vacunación sigue su ritmo y el proceso de levantamiento de las restricciones es distinto en cada país e incluso en cada comunidad autónoma. Además, todavía queda por recuperar algo que es difícil ganarse en el sector del turismo: la confianza de los consumidores.

Por todo ello, se prevé que el turismo aún sea conservador y apueste por viajar dentro del propio país, lo cual frenará la llegada de visitantes extranjeros. Aunque se estima que los movimientos de turismo nacional sean notables, el procedente de fuera de nuestras fronteras aún estará lejos de los niveles previos al estallido de la crisis, debido en parte a la citada falta de confianza y a la falta de un criterio común en cuanto a las restricciones de entrada a cada país. En especial a lo que se refiere al tráfico aéreo, siempre más estricto en lo que a medidas de seguridad se refiere.

Las previsiones de los distintos expertos señalan diferencias en este sentido. Según la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) pronostica que el número de pasajeros de aeronaves este año equivaldrá a un 52% al de 2019, el año anterior a la irrupción de la pandemia. La buena noticia es que la tendencia será positiva, ya que en 2022 alcanzará el 88%, y ya en 2023 será ligeramente superior (105%).

En lo que se refiere en concreto a España, Eurocontrol, el organismo que controla la navegación aérea en Europa, asegura que, en este año, nuestros aeropuertos alcanzarán el 45% de vuelos que se registraron en 20219, mientras que en 2022 será el 72%. Tendremos que esperar hasta 2024 para que los niveles regresen a los previos a la pandemia, momento en que el tráfico aéreo en nuestro país supondrá el 97% del de 2019.

Un empleo con buenas previsiones

Sea como fuere, los datos de este año serán muy positivos comparados con los del año pasado, una campaña que prácticamente se dio por perdida. De hecho, y según las últimas previsiones de contratación de Randstad Research, el centro de estudios de Randstad, el verano generará 438.550 contratos en España en los sectores de comercio, transporte y distribución, hostelería y entretenimiento, un 20,7% más que el pasado año, aunque aún 29,5% por debajo del volumen obtenido en 2019.

Parte de esos contratos irán destinados a las líneas aéreas e infraestructuras aeroportuarias, que necesitarán absorber el notable incremento de la demanda que, comparado con el año pasado, será de nada menos del 2.100,4%, según datos de Aena.

El empleo relacionado con el tráfico aéreo puede ser muy diferente al que hemos conocido hasta el momento. Las restricciones sanitarias han hecho aparecer nuevas profesiones, como aquellas relacionadas con el control de acceso, la toma de temperatura o la medición del aforo.

Además, la irrupción de nuevas herramientas y documentos para viajar, todos ellos digitales, como el pasaporte covid, el certificado verde o la biometría, han obligado a las empresas a demandar un talento con determinadas competencias y habilidades tecnológicas.

En Randstad ayudamos a las empresas que operan en los aeropuertos a contar con el talento que necesitan en la actual situación de recuperación. Nuestros consultores especializados en el sector disponen de bases de datos de profesionales disponibles y son conscientes de lo que demanda el mercado en cada momento.

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