La biometría, una solución efectiva para los Recursos Humanos
La biometría es una tecnología que se caracteriza por las posibilidades que ofrece de poder identificar, medir y analizar las características fisiológicas o de comportamiento de las personas. A nivel usuario (UX) esta tecnología está muy extendida y es utilizada a diario como forma de desbloqueo de smartphones a través del reconocimiento facial o a través de la huella dactilar.
Además, la biometría ya se utiliza y funciona con éxito en diferentes sectores como hospitales, aeropuertos o escuelas, pero ¿de qué forma puedes implantarla en tu empresa para sacarle el máximo partido?
La biometría en la gestión de RRHH
En el ámbito de los RRHH, la biometría cobra especial relevancia gracias a que garantiza una mayor seguridad en el trabajo y comodidad para acceder a él.
A pesar de que algunos piensan que no es de gran utilidad, lo cierto es que agiliza y optimiza el tiempo de registro y acceso de los empleados, ya que prescinde de elementos externos como tarjetas identificativas o contraseñas.
Al quedar plasmada la hora de entrada y de salida, la biometría impide que se vulneren las pautas de horarios y descansos pactados entre el trabajador y la empresa, aportando además información muy útil al departamento de RRHH. De esta manera, los empleados pueden dejar constancia del tiempo extra de trabajo para comprobar que sea correctamente tratado y recompensado.
El valor diferencial de la biometría, en cualquier caso, reside en la exclusividad de los elementos identificativos, evitando la suplantación de identidad. De la misma forma, esta tecnología permite llevar un control de acceso a determinadas áreas o zonas de trabajo para garantizar la seguridad de los empleados.
Los sistemas biométricos aportan, además, la capacidad de llevar a cabo un seguimiento minucioso de las altas y bajas o de las nóminas de los empleados. Todo esto implica a su vez una administración más ágil, haciendo de este un proceso mucho más cómodo y sencillo.
Medición de las reacciones de los empleados
A lo largo de la historia, los departamentos de Recursos Humanos se han preocupado por conocer lo que piensan sus empleados sobre determinadas acciones llevadas a cabo en la empresa, adaptándolas a lo que mejor les convenga a todos.
La biometría ha actualizado los métodos convencionales como los cuestionarios dando un paso más allá. Esta tecnología aplicada a la interpretación y medición de las emociones de los empleados tiene un funcionamiento muy sencillo.
Los datos son obtenidos a través de un electrocardiograma. Estos se almacenan en un banco de datos y se procesan con la ayuda de un software de análisis de señales biológicas, faciales y de emociones humanas. Todo esto es analizado y proporciona un mapa emocional de cada empleado, de esta manera la empresa tendrá toda la información necesaria para poder optimizar sus recursos.
Esta tecnología es capaz de medir las reacciones de los empleados y registrar toda la información emocional, que resulta de gran valor para la empresa, no solo para conocer a sus empleados, sino para hacer mejores políticas de employer branding y ofrecer un feedback eficaz y efectivo. Además de crear y fortalecer un buen clima laboral.
Este modelo de análisis de conducta puede ser utilizado para saber de primera mano qué trabajos son mejor aceptados o en qué momento decae el ánimo de los empleados. De esta manera se pueden gestionar las diferentes tareas que los trabajadores tienen que llevar a cabo durante el día, reorganizándolas en función de estos datos y pudiendo designarlas según la predisposición de cada uno de ellos o dependiendo de su dificultad, según las horas de mayor concentración.
En este sentido, el uso de la biometría está basado en la pirámide de Maslow, ya que uno de sus objetivos fundamentales es motivar a los trabajadores y hacer que se sientan satisfechos con su trabajo. Tanto es así que ya se le ha denominado como el sistema Maslow 4.0.
Sistemas biométricos como modelo de fichaje
Los sistemas de control de acceso han ido evolucionando gracias a los avances tecnológicos. La biometría se fundamenta sobre métodos matemáticos que permiten el reconocimiento único de las personas. Estos sistemas pueden ser de autentificación o verificación, comparando los rasgos biométricos de una persona con los de un patrón ya guardado, o de identificación, que se cotejan con un conjunto de patrones registrados.
Uno de los métodos de acceso más extendidos es el reconocimiento por huella dactilar, que permite identificar a los empleados a través de sistemas biométricos. De la misma forma, también está muy extendido el reconocimiento de iris o el escáner facial 2D y 3D, que funcionan igual que el acceso por huella.
En este sentido está ampliamente extendido el mito de que el uso de estos terminales es perjudicial para la salud. A pesar de que hacen uso de rayos láser, utilizan luces infrarrojas que son prácticamente invisibles y muy seguras, por lo que en ningún momento suponen un problema para la salud de los empleados.
Aunque estos son los modelos más extendidos, también podemos encontrar otras formas de identificación que, a pesar de tener diferentes particularidades, comparten la misma finalidad:
- Reconocimiento vascular: se crea una imagen estándar de las venas a través de la hemoglobina, la cual captura el sensor.
- Análisis de la geometría de la mano: la identificación del usuario se hace a través del análisis de rasgos como la anchura, la longitud o el área de tu mano.
- Identificación por voz: se centra en las características de la estructura física del trato vocal, dicción o pronunciación.
- Verificación de la firma: analiza, entre otras cosas, la presión y velocidad de trazos.
Las ventajas de la biometría: seguridad y fiabilidad
Además de los beneficios que los sistemas biométricos implican sobre las reacciones de los empleados y la información que aportan a los departamentos de Recursos Humanos, podemos destacar otras ventajas:
- Sencillez. Los sistemas biométricos de acceso a los lugares de trabajo agilizan el tráfico de personas en los accesos, ya que eliminan los inconvenientes ocasionados por las tarjetas identificativas, contraseñas o llaves. Además, son muy sencillos de utilizar por parte de los empleados.
- Veracidad. La biometría garantiza una fiabilidad en relación a los datos obtenidos, puesto que los rasgos biométricos no pueden ser falsificados, aportando un 100% de certeza en el proceso identificación o autentificación.
- Seguridad. Los accesos a los lugares de trabajo están más controlados y seguros al restringir el paso a personas no autorizadas.
- Bajo coste. Los sistemas biométricos son rápidos y fáciles de configurar, por lo que suponen menos trabajo de instalación y mantenimiento. Además, implican una mayor eficiencia operativa y seguridad. A esto hay que añadirle la eliminación del coste de fabricación de elementos como tarjetas identificativas, implicando este sistema únicamente el coste del mantenimiento de las bases de datos.
Por todo esto, la biometría se ha convertido en una gran aliada para las empresas. Además de recabar información a tiempo real y de forma continua, permite actuar con rapidez o de forma preventiva ante situaciones que puedan afectar al clima o seguridad de la empresa.
Como consecuencia directa, las empresas pueden conseguir que los empleados aumenten su satisfacción laboral, reduciendo de esta manera la rotación y la fuga de talento