¿Nos estamos centrando erróneamente en cuestiones tecnológicas?
La tecnología ha irrumpido en nuestras vidas para quedarse y, gracias a ella, hoy en día es posible agilizar gran parte de nuestras tareas diarias, tanto en lo personal como en lo profesional.
El mundo de los Recursos Humanos no es una excepción y queda patente que las tendencias del sector van en la dirección del 2.0. Ahora bien, ¿estamos dando una importancia excesiva a la tecnología en detrimento del factor humano? El debate está abierto.
Las virtudes de las nuevas TIC son incuestionables a la hora de gestionar labores habituales de un departamento de RRHH como son la selección de talento, la formación de los profesionales, la evaluación del desempeño o la comunicación interna de una organización.
Es evidente que internet y los recursos que se le asocian, como las redes sociales, los chats y las videoconferencias, permiten conocer mucho mejor el mercado laboral, seleccionar candidatos y evaluarlos, al tiempo que permiten a los responsables de personal rentabilizar su tiempo.
Una mera herramienta
Las tendencias más novedosas del sector van en esta línea. Conceptos como el social gaming, el digital employer branding o la gestión de Big Data se están abriendo paso en las empresas, que son conscientes de la necesidad de dominarlos.
Sin embargo, la tecnología no puede ser más que una herramienta, una ayuda para los profesionales, a quien nunca podrán sustituir. De hecho, algunos de esos profesionales de RRHH aún no utiliza herramientas como el Big Data y los análisis avanzados en las áreas al frente de la gestión del capital humano.
En septiembre de 2014 lo reconocían un 35% de los 375 ejecutivos que fueron encuestados por KPMG Internacional.
Por muchos beneficios que aporten internet y las realidades digitales, siempre carecerán de algo que define, por naturaleza, a los profesionales: su calidad humana.
De ahí que el experto en Tecnología de Información, Desarrollo Organizacional y Gestión de Personas Octavio Ballesta afirme que “las culturas de innovación se construyen potenciando ambientes colaborativos de trabajo con la visión de lideres transformadores y tecnologías sociales de última generación”, aludiendo de lleno al claro equilibrio que seres humanos y tecnología deben guardar, siendo las segundas las que estén al servicio de los primeros, y no viceversa.
Precisamente, si la función fundamental de los departamentos de RRHH de las empresas es gestionar a su personal y formarlo y estimularlo para conseguir que ofrezcan su mayor rendimiento, es totalmente lógico que sean personas formadas y especialistas en este campo quienes se encarguen de esta tarea.
Los responsables de gestionar equipos son profesionales formados en psicología, administración de empresas o marketing y comunicación –entre muchas otras disciplinas- que conocen perfectamente su compañía, sus empleados, su misión, sus valores y sus objetivos.
Profesionales especializados
Ninguna tecnología, por puntera que resulte, puede ser capaz de sustituir el conocimiento de estos especialistas, que además aportan valores humanos, algo que resulta fundamental para gestionar un equipo.
En esta línea, Javier Borda, presidente de la compañía ingeniera Sisteplant Intelligent Systems –que cuenta entre sus clientes con un 35% de las empresas que conforman el IBEX35-, apuesta por “un concepto de empresa alejado del 2.0”.
Más bien, Borda cree que una firma de éxito debe basarse en un concepto que bautiza como ‘PIM’, esto es, “fabricación integrada por las personas”, en oposición a la filosofía de “automatizarlo todo”, nacida en los 80.
Para Borda, “las personas deben ser quienes tomen decisiones, la iniciativa y sean capaces de aportar conocimiento”. Eso no implica huir de la tecnología, sino dominarla y hacerla evolucionar, sin dejar que sustituya al factor humano.
La empresa Toyota es un ejemplo en este sentido, pues ha decidido retirar ciertos robots de sus fábricas para sustituirlos por profesionales humanos, que cuentan con la experiencia suficiente para controlar dichas máquinas.
Así lo corrobora también J. Miebach, fundador y presidente de Miebach Consulting, una de las consultorías en logística y diseño de la cadena de suministros líderes a nivel mundial y que en 2014 facturó 38,6 millones de euros. Miebach hace referencia a este escenario, para muchos inminente, donde la sustitución del personal por robots en los centros de trabajo sea una realidad.
En su opinión, “cabe remarcar que todavía no se ha inventado ningún robot capaz de copiar la mano humana con todas sus capacidades de sensibilidad y agarre, por lo que la industria de la robótica deberá trabajar mucho y mejorar los sistemas de reconocimiento, de sensores y de sujeción de sus productos”, un margen de mejora que, por otro lado, necesita una vez más de la intervención humana.
La interacción, totalmente necesaria
El peso del factor humano es incluso más evidente a la hora de seleccionar profesionales, por ejemplo. Si bien herramientas como las redes sociales permiten a los encargados de contratar al personal conocerles mejor o analizar sus perfiles y comportamiento en la red, al final es necesaria una interacción cara a cara (a modo de entrevista laboral, por ejemplo) para evaluar su adecuación al perfil buscado.
Las redes sociales por si solas únicamente aportarán información, pero alguien deberá estudiarla y analizarla, pensando en los intereses de la empresa.
Precisamente esta gestión de la información es una de las tendencias en alza en el mundo de los RRHH. Información que debe ser procesada y convertida en conocimiento al alcance de las compañías y su personal, para lo que es necesario una estrategia que conciba a la empresa y sus empleados como un todo, algo que solo los profesionales dedicados a este campo pueden lograr.
Lo mismo ocurre a la hora de gestionar el cambio, algo que cada vez es más indispensable en el mundo laboral en esta realidad cambiante en la que vivimos.
Esto pasa por una formación y entrenamiento del talento de la firma, para adecuarlo a las necesidades del mercado y de nuestra sociedad.
De nuevo, se trata de una función para la cual es necesaria el expertise del personal de RRHH, teniendo en cuenta que el foco cada vez más está en la organización y su personal, no tanto en el negocio en sí.
Sin duda, la tecnología continúa sumando puntos y adeptos y nadie puede discutir su eficiencia, pero lo que también es cierto es que nunca podrá sustituir el papel que juegan los responsables de RRHH.
Por eso trabajarla como lo que es: un útil al servicio de los humanos, que son el verdadero cerebro detrás de la gestión del personal de una empresa.