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Es difícil predecir cuándo el empleo relacionado con el sector aeroportuario se recuperará totalmente. Lo cierto es que el escenario actual no es halagüeño: existe una gran incertidumbre y confusión sobre las medidas, restricciones y condiciones que cada pasajero debe adoptar para viajar. Además, los países no coinciden en llevar a cabo una política común que ofreciese una comunicación clara y fiable. Es difícil saber cuando regresará el sector a alcanzar los niveles previos a la pandemia, pero hasta entonces, es seguro que surgirán nuevas oportunidades de empleo para perfiles atípicos a lo acostumbrado en el sector. Perfiles que no solo estarán relacionados con las exigencias sanitarias, sino también con el inevitable futuro digital que ha de afrontar el sector.

El desplome de la entrada de turistas extranjeros en nuestro país, que se cifra en una caída en julio del 75% frente al año pasado, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), está teniendo una influencia determinante en el empleo de un país tan basado en el turismo como el nuestro.

Las comunidades más afectadas en cuanto a empleo turístico, han sido aquellas más dependientes del visitante extranjero.

Valentín Bote, director de Randstad Research

En lo que se refiere en concreto al transporte aéreo de viajeros, los aeropuertos de nuestro país registraron en agosto un 69,6% menos de pasajeros que en el mismo mes del año pasado y un 39,1% menos de tráfico de aeronaves. Del total de pasajeros, 4,8 millones corresponden a vuelos domésticos, que se traducen en una caída del 41,6%, y más de cuatro millones a viajes internacionales, un 80,7% menos.

Esta situación, unida a la dureza de las restricciones dictaminadas, en principal la temida cuarentena, está haciendo dibujar a los expertos del sector un panorama bastante desolador. El Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) prevé una reducción de 5.600 millones de pasajeros en las cifras de tráfico mundial y una disminución de ingresos cercana a los 41.900 millones de euros. Para combatir un escenario tan negativo, el ACI recomienda que las administraciones consideren el apoyo público a un sector que “será fundamental para la recuperación económica mundial, proporcionando conectividad, comercio, turismo, empleo, prosperidad y crecimiento”. Además, pide replantear las medidas de cuarentena “perjudiciales para la confianza de los pasajeros”.

Precisamente sobre la cuarentena, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) recomienda que los aeropuertos españoles adopten como alternativa los tests rápidos para el diagnóstico de la enfermedad y fomentar así la recuperación de un sector que necesita el restablecimiento con normalidad de los vuelos comerciales.

Desafíos digitales

La mayoría de los expertos coinciden en que, además de más seguros, los aeropuertos del futuro serán digitales y automatizados. A los mostradores de facturación online ya existentes se les unirá a buen seguro nuevos elementos innovadores impulsados por tecnologías de Inteligencia Artificial y big data, relacionados con el acceso seguro de los pasajeros, el transporte de maletas o una señalética a medida de cada usuario.

Para adaptarse a los frenéticos cambios, Ferrovial prevé que el talento tendrá que adaptarse, gracias a unas estrategias continuas de formación y a una adaptación a la automatización que obligará a los profesionales a reciclarse para desempeñar funciones de mayor valor añadido.

En Randstad llevamos décadas considerando el talento como el mejor aliado que tienen las empresas para no quedarse obsoletas, una apuesta que se concreta en el millón de horas de formación que proporcionamos al año. De este modo somos capaces de ofrecer profesionales con las capacidades y habilidades necesarias para afrontar el futuro del sector transporte aéreo, un futuro lleno de desafíos y oportunidades.

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