El empleo en la industria de alimentación y bebidas confirma la estabilidad y resiliencia del sector
Randstad y la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) han elaborado el Informe de Empleo 2021, el cual recoge el comportamiento del mercado laboral del sector de alimentación y bebidas.
- El sector cuenta con 499.919 ocupados en el primer semestre de 2021, el 21% de la industria manufacturera
- Pese a la crisis, está a un 7,6% del máximo nivel de empleo de su historia
- El empleo femenino gana cuota de representación
- La contratación indefinida continúa siendo la modalidad mayoritaria, un 79,1%, y mejora la cualificación de los trabajadores, con el 43,6% de los ocupados con estudios universitarios o de formación profesional
- Su distribución por el territorio nacional convierte al sector en determinante para el desarrollo del empleo rural y la atracción de servicios
La industria de alimentación y bebidas absorbió el 21% del empleo de la industria manufacturera en el primer semestre de 2021. En los dos últimos años, el sector ha ganado peso dentro del empleo industrial y ya 1 de cada 5 trabajadores industriales desarrolla su actividad en el ámbito de los alimentos y bebidas.
Así se desprende del Informe de Empleo 2021 elaborado por la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) y Randstad, con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que recoge el comportamiento del mercado laboral del sector en el primer semestre de 2021.
En términos de ocupación, el sector registró un promedio de 499.919 trabajadores en el primersemestre de 2021 y se confirma como el sector industrial más grande en términos de empleo. “Nuestra industria destaca por su estabilidad, resiliencia y capacidad de adaptación en tiempos de crisis, una señal inequívoca de su aportación para la sostenibilidad social y económica de nuestro país”, señala Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB.
Por su parte, Jesús Echevarría, presidente ejecutivo de Randstad España y CEO de Latam y Portugal, ha valorado “la resistencia e impulso que está demostrando la industria de Alimentación y Bebidas en el último año, que nos permite pronosticar que estamos ante uno de los sectorescon mayor dinamismo en el futuro inmediato”.
El sector responde mejor que el resto de la industria manufacturera el impacto del COVID-19.
La crisis del coronavirus ha impactado directamente en el tejido empresarial de la industria de alimentación y bebidas. Un total de 1.066 negocios han causado baja, lo que supone una reducción del 4,2% en el número de empresas con respecto al mismo período de 2020. Aun así, la industria ha resistido mejor que el conjunto de la industria manufacturera, que disminuyó su tejido empresarial en un 4,3%.
Si comparamos los niveles de empleo con el primer semestre de 2019, ejercicio prepandemia, el nivel de empleo en el primer semestre de 2021 es solo un 1,3% inferior al de dicho período, lo que indica que el sector, en su conjunto, no está lejos de absorber el impacto de la crisis provocada por el COVID-19.
“El esfuerzo realizado por las empresas en estos últimos años ha permitido que, pese a la crisis del COVID-19, cíclicamente el sector esté a un 7,6% del máximo nivel de empleo de su historia. Con un entorno legislativo y fiscal que garantice el equilibrio y apoye la competitividad de las industrias, el sector pronto podría recuperar la dinámica de creación de empleo anterior a la crisis”, destaca García de Quevedo.
Más empleo femenino y progreso de la cualificación
El empleo femenino de la industria de alimentación y bebidas supone el 39,4% del total de ocupados, un incremento del 1,3% respecto al primer semestre de 2020 y del 2,9% frente al mismo período de 2019. Así, la tasa de empleo femenino en el sector se aleja cada vez más del conjunto de la industria manufacturera, donde solo el 26,8% de los ocupados en el primer semestre de 2021 eran mujeres.
En cuanto a la distribución por edades dentro del sector de alimentación y bebidas, esta se mantiene equilibrada, con más de la mitad de los ocupados situados en el segmento entre 25 y 44 años.
Además, la contratación indefinida continúa siendo la modalidad de contratación mayoritaria en el sector, un 79,1% sobre el total, es decir, 4 de cada 5 asalariados trabajan con una relación laboral indefinida. Además, la temporalidad pierde peso (2,5 puntos en el último año y 2,9 puntos con respecto a 2019) y muchos de estos contratos temporales evolucionan a indefinidos. El 53% de los contratos indefinidos que se rubricaron en la industria de alimentación y bebidas en 2020 procedían de un contrato temporal previo.
El Informe apunta la mejora de cualificación de los trabajadores, donde el 43,6% de los ocupados cuentan con estudios universitarios o de formación profesional. El progreso en la profesionalización coincide con la creciente demanda del sector de incorporar profesionales con una formación adaptada a las necesidades específicas de las empresas, para lo cual solicita reforzar la oferta educativa con aquellas nuevas competencias que requieren los nuevos perfiles que buscan las empresas.
Un sector estable que ofrece buenas oportunidades laborales
El Informe también recoge la valoración de profesionales del área de Recursos Humanos en cuanto al atractivo laboral del sector, destacando las numerosas oportunidades que ofrece esta industria gracias a una demanda continua y estable de sus productos. Su comportamiento acíclico ha permitido posicionar los alimentos y bebidas como un sector estable para el empleo y refugio de otros sectores, una percepción que se ha intensificado tras el COVID-19.
Los expertos han señalado la progresiva profesionalización de las empresas, donde las estructuras organizativas han avanzado impulsadas por la internacionalización, la mejora de la calidad o la sostenibilidad de su actividad. Estos avances han requerido la incorporación de trabajadores cada vez más cualificados, por ello, el Informe también alude a la industria de alimentación y bebidas como un sector que ofrece oportunidades para el desarrollo de la carrera profesional de los trabajadores. En este sentido, el proceso de digitalización y de adopción de las nuevas tecnologías que está experimentando el sector supone un nuevo estímulo para el mercado laboral.
Finalmente, los expertos también han valorado el papel imprescindible de la industria de alimentación y bebidas como ancla del empleo rural. Su distribución por todo el territorio nacional convierte al sector en un elemento determinante para el desarrollo y la dinamización de estas zonas y la atracción de servicios.